Pero claro, si la casa es ya un parque temático para gatos con todos los sitios bonitos a los que poder subirse, para qué probar el nuevo armatoste.
Pues bien, lejos de rendirme, el cacharro ha estado ahí enmedio del salón para recordarme que los gatos hacen lo que les da la gana, básicamente.
Poco a poco han ido haciéndole caso, y coincidiendo con una pequeña remodelación del salón y un nuevo emplazamiento, ¡tachán!:
Parece que es definitivo, seguiremos informando.