He leído todo lo que he encontrado sobre el nuevo borrador de la ley sobre el consumo de tabaco menos el borrador mismo, que no sé ande andará.
Parece ser que se han olvidado de las paradas de autobús y de las colas de los cines.
Por otro lado tengo que dar la razón a la asociación de hosteleros. Es impresentable que se endurezca una ley porque no se cumple. Lo que hay que hacer es que se cumpla. Es lo mismo que ha pasado en tráfico con los límites de alcohol y velocidad, que los rebajaban para que no se los saltaran (yo siempre pensé para que no se los saltaran habría que subirlos, pero como de política no entiendo...).
Personalmente tengo más miedo a los clientes de los bares fumando en la calle armando bulla que a que se ahumen en el garito. Creo que podíamos haber pasado por un periodo transitorio en el que se suavizaran los impuestos a los propietarios que decidieran liberar de humo sus locales. Estoy seguro de que se hubiesen unido a la iniciativa más que en la primera intentona, hace cinco años, cuando recularon al notar que si entraban cinco clientes y uno era fumador, se iban los cinco. Ahora suele mandar la mayoría o se alterna los bares para contentar a todos (es lo que yo veo).
Lo más importante de la nueva ley es librar a los trabajadores de la hostelería de esa excepción que les hace los únicos que tienen que soportar el humo en su lugar de trabajo sin recibir a cambio ninguna compensación, económica o sanitaria. Es increíble lo rápido que se acostumbra uno a lo bueno, ya casi ni me acuerdo cómo es trabajar con alguien fumando al lado. Creo que su derecho es mayor que el nuestro a ahumarles.
En fin, hasta dentro de unos meses no se sabrá, así que no nos preocupemos todavía.